Zapateros

Ya conoces la regla de oro: mejor comprar un buen zapato aunque sea caro que muchos de mala calidad. Un buen calzado puede durar muchos años en tu zapatero y permanecer casi como nuevo si le aplicas ciertos cuidados. Prestando atención a la limpieza de nuestros zapatos, podemos conseguir que mantengan su aspecto original y que estén en un magnífico estado.

El calzado es una de las prendas que más dice de nosotros mismos y de nuestra personalidad, así que un zapato sucio o en mal estado, transmitirá esa idea de que somos un poco desastre o de que no prestamos atención a los detalles ni cuidamos las cosas. Por el contrario, unos zapatos en buenas condiciones, proyectarán una imagen limpia, ordenada y confiable de nuestra propia persona.

Una de las cosas que debes hacer para mantener tus zapatos en el mejor estado posible, es almacenarlos en un lugar seco y protegido del polvo. Un sitio donde puedan estar meses y no sufran ningún tipo de desgaste. Para eso se hicieron los zapateros. Los tienes en muchas formas, materiales y colores, así que solo debes decantarte por uno para haber cumplido el primer paso de todo buen amante de los zapatos.

En segundo lugar, te toca mantenerlos en el mejor estado posible, limpiándolos cada vez que sea necesario, especialmente antes de guardarlos en tu zapatero por un largo periodo de tiempo. Dependiendo del tipo de zapato y del material del que esté hecho, deberás limpiarlos de una manera u otra. Pero ¡no te preocupes! Si no sabes cómo hacerlo, en este artículo te damos las instrucciones necesarias.

¿A quién no le gusta tener unas ‘sneakers’ blancas y relucientes? Pegan con todo y dan un toque deportivo a nuestros ‘looks’. ¡Pero se manchan con tanta facilidad! Si quieres que tus zapatillas se mantengan impolutas al limpiarlas, empieza quitando los cordones, que lavarás aparte. Coge un trapo suave, empápalo en agua con un poco de detergente neutro y frota con cuidado.

No utilices un cepillo, ya que esto arruinaría la textura. Limpia toda la zapatilla con el trapo hasta que las manchas hayan desaparecido por completo y luego déjalas a secar sin ponerlas cerca de ninguna fuente de calor o bajo la luz directa del sol. En unas horas ¡estarán como nuevas!

Los zapatos de cuero son los más duraderos que puedes encontrar. Con un cuidado adecuado pueden durar toda una vida. Para limpiarlos, primero has de retirar los cordones, si los tienen, luego con un cepillo de cerdas blandas, frota toda la superficie, eliminando rastros de polvo y suciedad.

Después puedes pasar a aplicar el producto limpiador que vayas a utilizar. Puede ser crema o betún que hayas comprado especialmente para piel, o puedes llenar un cuenco con agua y poner un poco de jabón con PH neutro. Moja el cepillo y frota suavemente la superficie, luego seca con un trapo y, para finalizar, aplica el abrillantador para zapatos que tengas en casa. ¡Listo!

Si quieres tener todos tus zapatos limpios, no puedes olvidar los modelos de gamuza. Son un zapato muy bonito que requiere unos cuidados especiales para mantenerse en buenas condiciones. Utiliza una toalla limpia o un cepillo de gamuza para limpiar toda la superficie del zapato. Es muy importante que ejecutes los movimientos en una sola dirección.

Si hay alguna mancha difícil, puedes usar una goma de borrar para eliminarla y después pasa un trapo por todo el zapato para que la limpieza sea uniforme. Déjalos secar al aire libre y no te olvides de aplicar el ungüento especial para gamuza como paso final.