Sillones

Todo el día de arriba para abajo. El trabajo en la oficina, el gimnasio, recoger a los niños del colegio, preparar la cena y el baño, acostarlos y… ¡por fin! El momento más esperado del día. Hora de relajarse y disfrutar de un poco de merecido descanso. Seguro que ésta rutina te suena, como también te sonará la idea, o la esperanza, de dejar todo de lado y reposar en una buena butaca.

Porque nos pasamos toda la jornada con esa idea en la cabeza. Un rato de relax en nuestro lugar preferido. Disfrutando de un buen programa de televisión, un apasionante partido de fútbol o un buen libro. Ese momento de relax en nuestra butaca es ese premio que nos espera tras haber cumplido con nuestra jornada laboral, con nuestros deberes y obligaciones del día.

Es por eso, que queremos que nuestra butaca sea lo más cómoda y confortable posible. Además de que nos gusta que aporte algo a la decoración de nuestra casa. Que haga juego y refuerce esa atmósfera que hemos creado gracias a los objetos decorativos que tenemos en casa y a cómo los hemos distribuido.

Una butaca es algo que no debemos comprar hasta que no estemos totalmente seguros de que nos va a dar lo que estamos buscando. Hay varios tipos diferentes de butacas, cada una con sus características y cada uno para una necesidad distinta. Es por eso que hemos querido ayudarte proporcionándote algo de información para que tengas las cosas un poco más claras.

Guardan unas líneas clásicas que irán en perfecta concordancia con tu salón, si la decoración está inspirada en una atmósfera más tradicional. Un buen estante con libros, una lámpara de mampara o una alfombra estilo inglés podrían ser grandes complementos.

Entre las butacas clásicas puedes encontrarte la conocida butaca Chester, que también tiene su versión en una sola plaza. Una apuesta segura y con poco riesgo que te garantiza un ambiente acogedor, perfecto para descansar y olvidarte de todo nada más te sientes sobre ella.

Además, estos sillones clásicos son muy aprovechables para cambiar la atmósfera de todo un cuarto con tan solo un elemento.

Prueba a colocar un sillón clásico en tu cuarto de estar, por ejemplo, y te darás cuenta como la habitación respira un ambiente totalmente diferente. Son muebles con tanta personalidad que siempre impregnan su estilo a todos los elementos que los acompañan.